El Cairo

El Cairo (en árabe, القاهرة Al-Qāhira 'la fuerte', 'la victoriosa') es la capital de Egipto y de su gobernación (muhafazah o provincia). Es la mayor ciudad del mundo árabe y de África, y los egipcios la denominan a menudo sencillamente con el nombre del país, مصر, pronunciado en árabe culto Misr y dialecto egipcio Masr.

Su área metropolitana incluye una población aproximada de unos 18 millones de habitantes,1 convirtiendo a El Cairo en la undécima urbe más poblada del mundo. Es, también, el área metropolitana más poblada de todo el continente africano.2 Es conocida por los egipcios como la "madre de todas ciudades" y la "ciudad de los mil minaretes".3

Fue fundada en el año 116 a. C., en lo que hoy en día se conoce como Viejo Cairo, cuando los romanos reconstruyeron una antigua fortaleza persa junto al río Nilo. Antes de su fundación, Menfis u otras ciudades eran la capital del imperio faraónico. El nombre actual se debe a los fatimíes, que bautizaron la ciudad con el nombre, Al-Qahira. Tras diversas invasiones como la de los mamelucos, otomanos, Napoleón y los británicos, El Cairo se convirtió en capital soberana en 1952.3

Historia

Situada a 14 km de Heliópolis junto al Nilo, los romanos establecieron una fortaleza y la ciudad actual tiene su base en cuatro construcciones sucesivas musulmanas:

Al-Fustat (El Campamento, en árabe: الفسطاط‎) también llamado Fustat y Misr al-Fustat, fue el núcleo original y la primera capital del Egipto árabe. Fue construido entre la fortaleza romana y el río por el general Amr ibn al-As inmediatamente después de la conquista árabe de Egipto en el año 641, fortificándola y construyendo en ella la mezquita de Amr, la primera erigida en Egipto y en África. Fue el centro administrativo de Egipto desde el que se impuso el uso del árabe como lengua administrativa e impuestos especiales a cristianos y judíos, hasta que la ciudad fue quemada por el visir Shawar en 1168 para evitar que cayese en manos de los invasores cruzados. Forma parte del llamado Cairo antiguo. Suleimán, gobernador de Egipto por delegación de los abasíes, fundó junto a Al-Fustat la ciudad de Al-Askar (El Ejército), como asentamiento militar. En esta parte de la ciudad se levantó el palacio de gobierno.

Ahmad ibn Tulun edificó la fortaleza Al-Qatta'i, con su correspondiente palacio y mezquita, en lo que actualmente es el barrio de Tulun. De esta ciudad solo ha llegado a nuestros días la mezquita que lleva su nombre.

El Cairo, Al-Qahira (القاهرة) 'La Triunfante', fue fundada por el fatimí Yawhar al-Qaid, en 972, al norte de los palacios y abarcando al-Askar y Al-Qatta'i, y allí se construyó la mezquita de Al-Azhar, la primera universidad de la historia. Esta ciudad se convirtió en el centro urbano con los años, aunque al principio del Califato Fatimí Al-Fustat siguió siendo la capital.

Viejo y nuevo Cairo: la Ciudadela y las tumbas de los mamelucos.

En 1176 Saladino (Salah al-Din) construyó la ciudadela para fortificar la ciudad, ampliándola y sustituyendo las viejas murallas por otras de piedra. Este recinto fortificado separa la ciudad vieja de la nueva creada por Ismael Bajá.

La ciudad creció hacia el oeste y el sur, con la ciudadela como centro administrativo. La construcción de palacios y mezquitas atraía a gran número de artesanos y comerciantes, con lo que El Cairo se convirtió en una próspera ciudad con cientos de mezquitas, madrasas, baños públicos y otros edificios, así como gran número de fuentes. En 1382 el emir mameluco Djaharks El-Jalili construyó un albergue para viajeros (caravanserai) que llevó su nombre y que se convirtió en un importante foco económico. Plano del Cairo hecho por Hartman Schedel en 1492.

Los mamelucos reinaron desde el 2 de mayo de 1250, y expulsaron a mongoles y cruzados. En su época, El Cairo sufrió una epidemia de peste en 1348, y los negocios entre Egipto y Europa fomentados por Vasco de Gama paralizaron el crecimiento de la ciudad y trajo el declive de Al-Fustat como puerto, desviándose el comercio a los puertos del Mediterráneo.

En 1517 los otomanos ocuparon Egipto y lo retuvieron hasta 1798, pero manteniendo una relativa autonomía: Al-Qahira se conviritió en un centro internacional del comercio del café, y la universidad de Al-Azhar, en el referente intelectual del mundo islámico.

Tras el breve paso de Napoleón, Mehmet Ali (1805-49) comenzó la industrialización urbana: en 1816 se levantó en ella la primera fábrica textil, y en 1831 una de papel; también modernizó las infraestructuras, construyendo el canal Mahmudiyah que la une con Alejandría. En 1854 se inauguró el ferrocarril de Alejandría a El Cairo.

El jedive Ismail Pasha (1863-79) acometió una remodelación urbanística total: trazó un plan urbanístico de tipo ortogonal, saneó las zonas pantanosas y construyó nuevos barrios residenciales junto al Nilo; coincidiendo con la inauguración del canal de Suez, abrió las puertas de nuevos edificios como el palacio de Al-Qubba y el teatro de la ópera, con lo que la antigua Al-Qahira se convirtió en una ciudad de gentes de pocos recursos económicos ya que la élite se instaló en la nueva urbe. Entre 1882 y 1937 la población creció un 250%, sobre todo debido al éxodo rural.

Durante el dominio británico, prosiguió la modernización de la ciudad, por ejemplo con la instalación del telégrafo en 1903 y la prolongación del ferrocarril hacia el sur.

La independencia proclamada en 1922 la convirtió en capital de Egipto, que fue cuartel general del mando británico durante la Segunda Guerra Mundial; entre 1958 y 1961 fue la capital de la República Árabe Unida y es también la sede de la Liga de Estados Árabes.

La ciudad fue escenario en febrero de 2011 de las conocidas como "Protestas de Egipto de 2011".


Está ubicada en las riberas e islas del río Nilo, al sur del delta (30°3′0″N 31°15′40″E). Hacia el sudoeste se encuentra la ciudad de Guiza y la antigua necrópolis de Menfis, con la meseta de Guiza y sus monumentales pirámides, como la Gran Pirámide. Al sur se encuentra el lugar donde se edificó la antigua ciudad de Menfis.